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viernes, 5 de febrero de 2010



MI AGRADECIMIENTO A "FRAN FNB SFC
POR LA MAGNIFICA COMPOSICION,
CABECERA DE ESTA SECCION.E


JUAN RAMON NARANJO PEREZ
ALIAS BIRISTONES






UN SOLO GRITO

Que nadie se calle...un solo grito se oirá..
Que retumben los cimientos del Ramón Sánchez Pizjuán. Ese cemento bendito en el que tantas lágrimas se han derramado,

ese bendito cemento en el que tanto hemos disfrutado.
Y aunque la cosa vaya mal,y la pelotita no quiera entrar,
siempre estarán los Biris,dispuestos a animar.

Un solo grito se oira,en el Mágico Gol Norte...

Amor sin límite a un escudo,
nuestra pasión no depende de victorias,
fidelidad eterna a unos colores,
en las buenas y en las malas...mucho más.
Que suenen las palmas,que suenen los tambores,
que se llene de banderas toda la Grada de Gol Norte.
Las bufandas en las manos,las gargantas encendidas,
vuelan las banderas y la emoción nos aviva.
Salta el equipo al campo,la Bombonera es una fiesta.
Todos estamos cantando,nadie se puede callar,
es un sentimiento que no se puede explicar.

Un solo grito se oirá,en el Mágico Gol Norte....


Con mi bufanda de lana y de la mano de mi padre,
aparcabamos el seiscientos cerca del Gol Norte.
Y mi padre me decía:"Corre,Ramón,que llegamos tarde,
que va a salir el equipo y la cosa esta que arde".
Yo no sabía de futbol,pero nada mas ver el Estadio,
un cosquilleo me entraba en la boca del estómago.

Un solo grito se oirá,en el Mágico Gol Norte....

Y entre partidos y temporadas me fui haciendo Biri,
Sevillista,ante todo..
Sevillista y de los biris,
Pa´que quiero más caudales
Historia Centenaria y grandes finales ganadas.
Doy gracias a mi padre por hacerme sevillista,
y llevarme desde niño a la Grada de Gol Norte,
donde los sueños se cumplen..o no???

Un solo grito se oirá,en el Mágico Gol Norte...
del Ramón Sánchez Pizjuánnnn
SEVILLAAAA,SEVILLAAA!!!!!

2 comentarios. Comentar >>:

RABIOSO dijo...

TIRAR LA PIEDRA Y ESCODER LA MANO
El arte de no dar nunca la cara


Existe un dicho popular, sapientísimo, sobre los individuos que provocan una pelea, división o falta de respeto y luego se callan y quedan quietos, como el pointer cuando descubre la presa y se queda inmóvil señalándosela al cazador, para que nadie descubra que fueron ellos los que provocaron la confusión. Para poder entender mejor la expresión popular de “tirar la piedra y esconder la mano” creo que es oportuno dividir dicha expresión por la mitad para que se vea bien el significado de ambas partes, ya que su significado es totalmente metafórico.

Tirar la piedra sería como crear una polémica, lanzar una acusación, dar un aviso sobre algo, “calentar el ambiente” o iniciar una pelea.

Esconder la mano sería como esconderse, retirarse, desaparecer, no responsabilizarse de las repercusiones que haya tenido el “lanzamiento de la piedra” para que no te involucren en ello.

En Argentina dicen que hay un equivalente a esta frase que es tocar el timbre y salir corriendo, y si nos fijamos, es fácil ver la relación entre ambas. Es como llamar la atención, hacer saltar una alarma y luego desaparecer para que no sepan quién ha sido.

La gente cobarde es especialista en este arte, en tirar la piedra y esconder la mano y muchas veces se crean auténticas crisis simplemente porque alguien inicia un rumor, muchas veces falso, pero se empieza a hablar de ello y al final se crean conflictos que afectan a muchos.

Soy de la opinión que si se dice o hace algo hay que aceptar las consecuencias, ya que lo de tirar la piedra y esconder la mano, a la larga es muy contraproducente. Pero bueno, allá cada cual con sus actos…

El problema es ese, los actos, lo que se hace y se dice sin mirar las consecuencias, pero sobre todo y lo que es peor aún, sin asumirlas. Es, en parte, lo que ayer tuvo lugar en la grada del Ramón Sánchez-Pizjuán. A la media hora de juego, Jiménez decide reforzar el centro del campo; algo obvio visto lo que se estaba viendo. El Getafe controlaba totalmente el centro del campo y el Sevilla viéndolas venir, ante lo cual Jiménez decide y arriesga sacando un mediocentro más, en este caso Romaric (no podía ser otro) y retirar a un delantero. Aquí había, evidentemente dos opciones, sacar del terreno de juego a Negredo o a Luis Fabiano y se decidió por Negredo. Que conste que yo hubiese hecho lo mismo. Ante tal disyuntiva, evidentemente, es más lógico dejar en el terreno de juego a Luis Fabiano que a Negredo, siendo ambos grandes delanteros.

Pues bien, es aquí donde toma cuerpo la expresión “tirar la piedra y esconder la mano”. Parte del público, poseso y lleno de adrenalina y rabieta como si se tratara del público sentado en el graderío de un circo romano, comienzan a gritar, silbar y emitir chiflidos protestando por el cambio. No entienden ni comparten el cambio realizado por un técnico profesional, que se la juega y al final gana. Pero analicemos el comportamiento de la masa, de la masa iracunda, esa que vive en un eterno estado de narcisismo colectivo.

La masa (no confundir con “El increíble Hulk”) comienza a gritar, insultar, silbar a Jiménez porque Jiménez, el que sabe, se ha equivocado a su “humilde” entender. Pero el problema viene cuando esa misma masa iracunda que ha lanzado la piedra, decide esconder la mano. La esconde porque el entrenador de El Arahal ha acertado y acierta porque desde que sale al campo Romaric deja de existir el Getafe, que nos tenía ciertamente preocupados y casualmente el delantero que no es sustituido, Luis Fabiano, es además el que marca. Y luego viene el definitivo 2-0 que nos deja en una situación bastante ventajosa de cara al partido de vuelta. Pues bien, siendo la pitada a Jiménez con motivo del cambio, una pedrada sin argumentos (pues luego se demostró), no tuvo esa masa pitadora la cualidad o virtud de reconocer que se había equivocado y los que se introdujeron los dedos en la boca para silbar, vaya usted a saber dónde acabaron metiéndose los mismos.

Sí, sí, me refería a los dedos.

Talibán Sevillista dijo...

¡¡¡¡Que arte mas grande Ramón!!!!!
Eres grande tio, eres grande
Un abrazo

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