Vaya por delante que desde nuestra peña vamos a apoyar al nuevo inquilino del banquillo del Sevilla FC. Pero apoyar no significa que tengamos que llevar a la práctica el "sí bwana" y por ello damos nuestra opinión acerca de los puntos en contra y a favor que tiene la llegada de Marcelino.
Como aspectos positivos podríamos decir que Marcelino trae un aire ambicioso dado que hasta la fecha no ha encontrado una plantilla (aunque esta aún esté por concretarse) ni un proyecto como el que tendrá en sus manos. Querrá el asturiano demostrar que sirve para llevar a equipos con aspiraciones distintas a los que hasta ahora ha entrenado. Pero las maletas cargadas de ilusión las ha habido muchas veces, y algunas, se han perdido en el aeropuerto. Sin ir más lejos, recordemos aquella temporada en la que llegó Camacho al banquillo después de realizar un gran papel como técnico del RCD Espanyol. Muchos pensábamos que nos íbamos a salir de la pelleja y al final fue verdad que nos salimos, pero de la primera división.
Tampoco nos podemos olvidar de que Marcelino conoce bien la liga española y que los jugadores que ha tenido hablan muy bien de él, pero esos junto al apartado anterior (el de la ilusión) son los únicos puntos a favor que encontramos. Es más, consideramos que la llegada de Marcelino es un experimento o un melón por calar. Y nos remitimos a su trayectoria y al momento actual del Sevilla FC.
Desde nuestra peña consideramos que actualmente nuestro club necesita un entrenador con experiencia en partidos de Europa League y/o Champions, que haya ganado títulos y tratado con estrellas mundiales y, sobre todo, acostumbrado a estar en banquillos de equipos grandes que tienen unas miras más altas que las de mantenerse en primera o ascender de categoría. Y es obvio que Marcelino no reúne esas condiciones. Alguien podrá decir que cuando llegó Juande Ramos tampoco reunía esos requisitos, y cierto es, pero no es menos cierto que en aquella época no había la exigencia ni las expectativas que hay ahora.
Sea como fuere, no sólo tendremos que estar pendientes del entrenador sino también de la planificación que se lleve a cabo. Sabido es por todos que es vital una renovación casi total de la plantilla dado que, como desde el club se ha reconocido, ha habido un cambio de ciclo. Además, pensamos que hay que aprovechar la inercia que desde el filial traen los Campaña, Luis Alberto, Salva o Bernardo.
En último lugar, intuimos que desde el club se ha confiado en los técnicos de la casa porque han estudiado de sobras la filosofía de trabajo de Marcelino. Pero el tiempo dirá...
Como aspectos positivos podríamos decir que Marcelino trae un aire ambicioso dado que hasta la fecha no ha encontrado una plantilla (aunque esta aún esté por concretarse) ni un proyecto como el que tendrá en sus manos. Querrá el asturiano demostrar que sirve para llevar a equipos con aspiraciones distintas a los que hasta ahora ha entrenado. Pero las maletas cargadas de ilusión las ha habido muchas veces, y algunas, se han perdido en el aeropuerto. Sin ir más lejos, recordemos aquella temporada en la que llegó Camacho al banquillo después de realizar un gran papel como técnico del RCD Espanyol. Muchos pensábamos que nos íbamos a salir de la pelleja y al final fue verdad que nos salimos, pero de la primera división.
Tampoco nos podemos olvidar de que Marcelino conoce bien la liga española y que los jugadores que ha tenido hablan muy bien de él, pero esos junto al apartado anterior (el de la ilusión) son los únicos puntos a favor que encontramos. Es más, consideramos que la llegada de Marcelino es un experimento o un melón por calar. Y nos remitimos a su trayectoria y al momento actual del Sevilla FC.
Desde nuestra peña consideramos que actualmente nuestro club necesita un entrenador con experiencia en partidos de Europa League y/o Champions, que haya ganado títulos y tratado con estrellas mundiales y, sobre todo, acostumbrado a estar en banquillos de equipos grandes que tienen unas miras más altas que las de mantenerse en primera o ascender de categoría. Y es obvio que Marcelino no reúne esas condiciones. Alguien podrá decir que cuando llegó Juande Ramos tampoco reunía esos requisitos, y cierto es, pero no es menos cierto que en aquella época no había la exigencia ni las expectativas que hay ahora.
Sea como fuere, no sólo tendremos que estar pendientes del entrenador sino también de la planificación que se lleve a cabo. Sabido es por todos que es vital una renovación casi total de la plantilla dado que, como desde el club se ha reconocido, ha habido un cambio de ciclo. Además, pensamos que hay que aprovechar la inercia que desde el filial traen los Campaña, Luis Alberto, Salva o Bernardo.
En último lugar, intuimos que desde el club se ha confiado en los técnicos de la casa porque han estudiado de sobras la filosofía de trabajo de Marcelino. Pero el tiempo dirá...
1 comentarios. Comentar >>:
Lamento decir que no estoy de acuerdo practicamente con nada de lo que expones.
Eso de que nuestro Sevilla haya de ser entrenado por técnicos de alto nivel, que hayan ganado títulos y que haya tratado con estrellas mundiales, sencillamente no lo puedo compartir.
Solo haré una pregunta, ¿como harían los clubes de nuestro nivel (varios por ligas)para encontrar y pagar a esos "galácticos de técnicos", tan alto nivel solo está reservado para los Mourinho y poco más.
Para mi Marcelino es mil veces mejor que el de tantos títulos y figuras, lo que ocurre es que esos galácticos han tenido la suerte de llegar a clubes millonarios y nada más.
¿Que hicimos nosotros con los Miguel Muñoz, Cantatore, Bilardo, Luis Aragones, etc?.
NADA DE NADA, CERO PATATERO Y HABÍA BUENOS JUGADORES.
Que traigan a buenos jugadores y que le den tiempo y mucha confianza a Marcelino con un contrato largo y verás como esto funciona.
PD: ¡¡¡Nuestros mejores resultados llegaron de la mano del "cateto de Coria", con el cateto de la Mancha y con el de Arahal!!!.
Saludos.
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