El Sevilla de Goyo Manzano busca la solidaridad, hacer equipo
José Manuel García-Otero
Confieso que soy un hombre de poca fe y creía que mi amigo Goyo Manzano pincharía en hueso en el estadio del Dortmund. Por varios motivos, porque mi equipo (SFC) necesita un exhaustivo repaso de chapa y pintura, de cuerpo y alma; y pensé que GM no tendría tiempo material para sesiones intensivas de diván y campo; también porque los diablos amarillos corren, juegan y muerden, mucho más ante un público con fama de ser el más agresivo de la Bundesliga. Yo he visto en ese estadio cómo han mordido el polvo un Real Madrid de Toshack y aquel Zaragoza de Víctor Fernández.
Pero el fútbol te concede regalos del tamaño de una nube y el jueves a mí me metieron un alegrón en cada una de mis venas. La suerte también es un jugador decisivo y tuvo varios apellidos. Se llamó Palop, se llamó Cáceres, se llamó también Cigarini y, por supuesto, Kanouté.
Como conozco a Goyo Manzano sé muy bien que se ha pasado tres cuartas partes de la noche de ayer mirando y remirando las virtudes y defectos de los suyos en Alemania. El sabe muy bien que Cigarini tiene que ser mucho más participativo y ayudar más a los medios, como también sabe muy bien que Jesús Navas y Diego Perotti pueden dar mucho más de lo que dieron en tierra alemana. El poco acierto de las bandas influyó en el aislamiento de los jugadores por el centro, en los múltiples deslices que tuvieron en la zona medular, donde el balón achicharraba y duraba solo un segundo en las botas de los sevillistas. Todo se llama confianza. Mejor dicho: desconfianza. O nula autoestima.
El Sevilla de Manzano tiene que apelar a la solidaridad, a la búsqueda continua del compañero, a juntar sus líneas para que el campo no se asemeje a un desierto inabarcable, y los blancos no parezcan tuaregs. La tarea es ardua, pero sabe Manzano que no hay más remedio que emprenderla. El jugador del Sevilla, quien sea, tiene que buscar el hombro del compañero, apoyarse en él, buscar esa complicidad necesaria para lograr la victoria. Se hizo antes (no hace mucho tiempo) y puede repetirse ahora. Con Goyo Manzano metido hasta el cuello en la tarea. Se llama hacer equipo.
4 comentarios. Comentar >>:
Cuanta razón tienes Jose Manuel. Hay que recuperar esa confianza perdida y hacer que el Bloque vuelva a brillar sobre el césped. Confiemos en GM.
Recuerdo no hace mucho las palabras del deportivista Michel cuando vino a Sevilla con el Depor, en las que venia a decir que en el Sevilla cada uno iba a su bola.
No es que sea exactamente asi, pero casi.
Ojala tu amigo GM consiga aunar esfuezos y hacer de este grupo un equipo solidario, que al fin y al cabo fueron los que por encima de las individualidades, nos dieron los grandes exitos de los ultimos años.
Un fuerte abrazo
Es tan bueno Gregorio Manzano (GM), o es que despues de varias temporadas sin psicología en nuestro banquillo, nos lo parece.
GM tiene taréa y trabajo por delante sin dudas, conseguir solidaridad entre los jugadores es la parte más importante en un grupo, sin ella no se consigue nada y las individualidades se pierden en intentos vanos.
Creo que poco a poco, con nada que nos sonrían los resultados, GM sacará esto adelante, volverá el fútbol y los jugadores se encontrarán con su saber hacer, no es posible que al 99% de ellos se les haya olvidado jugar al fútbol.
Mañana tienen un magnífica oportunidad de demostrarlo, pero que nadie se lleve las manos a la cabeza si no se logran los tres puntos, el rival está mejor que nunca y no será facil el partido.
Recuerden las palabras de GM, cuando dijo que no tiene el botoncito para hacer milagros.
Saludos.
Y recordemos que por ejemplo el Madrid esta en una situación similar en cuanto a Unión, Equipo y es un "grande" con x millones. Demos tiempo y sobre todo Calor a nuestro equipo, que seguimos siendo ese Sevilla humilde que tantos éxitos nos ha echo disfrutar a todos.
Publicar un comentario