Camada de oro; no la estropees, sevillista-Jose Manuel Garcia-Otero

Camada de oro; no la estropees, sevillista

La otra noche comprobé con enorme complacencia los movimientos de la nueva camada de joyas sevillistas y quedé convencido de dos hechos incuestionables: por un lado, que este club tiene un enorme futuro en lo deportivo; por otro, que es impecable el trabajo desarrollado por el área deportiva encabezada por Monchi y timoneada por el legendario Pablo Blanco.

Me gustó Bernardo, un central hercúleo, inabordable por arriba y no anda como un topo cuando el balón alcanza el piso. Luna es un lateral rapidísimo, que abre los ojos y tiene pinta de selección. Este chaval tiene maneras muy parecidas al inglés Ashley Cole. Gómez Campaña, aunque no salió el otro día, es otro medio centro de selección. Luis Alberto es un crack. A muchos nos recuerda maneras de Enrique Montero, pero yo creo que el jerezano tiene muchas papeletas para romper todos los moldes del fútbol en España. Rodries un vivo del fútbol. Un vivo del fútbol como Gerd Muller o David Villa, sin ir más lejos. Me acuerdo también de Juanito Cala, ahora cedido en el Cartagena, un central cuya explosión se ha retardado absurdamente en los meses de verano, pero que tiene trazas de enderezar su rumbo a las primeras. Física y técnicamente posee todos los ingredientes para alzarse en defensa de lujo.

Y me cuentan que esperan cola, gente como Hugo, como Samuel, el canario Deivid o Jairo Caballero, cuya explosión goleadora ha sorprendido a todos. Otro Jairo, Jairo Morillas, aguarda turno en la cola de despegue de esa Nasa futbolística que es la CD Cisneros Palacios. De éste joven hablan maravillas: un tipo muy alto, fibroso y fuerte, de gran elasticidad y enorme calidad técnica. Jairo Morillas, Gómez Campaña y el propio Luis Alberto, todavía se encuentran en edad juvenil.

Pero tampoco hay que olvidarse del escalafón superior, Alejandro Alfaro y José Carlos, o Fede Fazio, Acosta, o el mismísimoPerotti, unos mayores de veintiuno o veintidós años a lo máximo, que ofrecen un golpe de futuro de color de oro para este viejo club nervionense, trabajador y cabal, que posee mimbres para seguir escalando peldaños entre los más granado de los jerarcas europeos.

Con este cesto de espléndidos frutos, la afición sevillista puede sacar pecho. Pero tiene que arropar a los suyos, tener mucha paciencia. Recuerdo que yo he visto salir llorando del campo a Enrique Montero  o a Francisco López Alfaro morder la toalla para aguantar el llanto en el vestuario después de una bronca monumental de la grada blanca. Me refiero a dos leyendas en grana y oro del sevillismo. Ahora se le pide al aficionado un poco de calma, debe apretar el gatillo y  disparar a la precipitación; debe poseer toneladas de confianza en los timoneles del club para que esta espléndida camada de futbolistas florezca para gloria de todos. La cosecha es excelente, ahora depende de ti, sevillista, degusta el talento, goza de sus cualidades, pero mima a esta gente tuya. No la estropees.